jueves, 20 de octubre de 2022

APRENDIZAJE COLABORATIVO


En esta ocasión abordaremos en tema de "Aprendizaje colaborativo" que de acuerdo con Bruffee (1999) este explora los fundamentos del aprendizaje colaborativo, al que define como compuesto por los siguientes elementos:
  • Consenso a través de la colaboración en el aprendizaje.
  • Participación voluntaria en el proceso.
  • Aprendizaje no fundacional: se trabajan preguntas con respuestas debatibles, que no son únicas.
  • Cambio en la relación profesor-estudiante: la autoridad pasa del profesor a grupos de pares y luego a comunidades de conocimiento especializado.
  • Se discuten la autoridad del profesor y la validez de los contenidos, gracias al método.
  • Importancia del trabajo y diálogo entre pares.
El propósito del aprendizaje colaborativo es contribuir a que el estudiante sea cada vez más consciente de las fronteras existentes entre las diversas comunidades de conocimiento especializado, al cual estará expuesto durante su formación universitaria. Como integrantes de estas comunidades de conocimiento, socialmente imbricadas, su discurso (lenguaje) irá cambiando de modo significativo en el tiempo. Ellos encuentran, inventan o prestan nociones transitorias, que sirven de puente entre las fronteras de las diversas comunidades de conocimiento a las que se hallan expuestos y en las cuales van anidando (en símil con las cucharas medidoras). En la medida que mitigan esas diferencias, penetran las fronteras. En todo ello, los estudiantes se asisten en las transiciones, por medio del aprendizaje colaborativo. Lo hacen no tanto abandonando sus comunidades de origen, cuanto negociando nuevas relaciones con las nuevas comunidades, a las que la universidad los invita a formar parte.

Lo universitario como ámbito del aprendizaje colaborativo

Aunque el propósito de ambas metodologías de aprendizaje-enseñanza, cooperativo y colaborativo, es el de ofrecer ámbitos de asistencia mutua entre pares, los contextos varían y el énfasis en actividades también. Mientras que el modelo cooperativo pretende superar los conflictos y dificultades de aprendizaje debidos a las diferencias raciales, socioeconómicas y de capacidades presentes en los programas de democratización escolar masiva, con asistencia mutua, ofreciendo un conocimiento fundacional, el colaborativo, en cambio, ayuda al estudiante a enfrentar su autonomía y el conocimiento no fundacional al que será expuesto.

La metodología de enseñanza cooperativa, que hoy cuenta con la aquiescencia de la comunidad escolar, surgió como respuesta y remedio a los rasgos negativos que la competencia individualmente de la enseñanza tradicional inculca en los estudiantes. La reubicación física, las metas grupales, la asistencia mutua: todo ello no cambia la autoridad del profesor, que debe proveer una educación fundacional, que es la acorde a esa etapa formativa. En cambio, esos mismos medios, en el aprendizaje colaborativo, cumplen otros fines. Entre estos, los de transformar la autoridad del profesor, como única fuente de conocimiento, a la que surja de los grupos de pares. El profesor que trabaja con dicho aprendizaje supone y confía en la capacidad de autogobierno del estudiante universitario, al igual que en su compromiso de participar en trabajos de grupo, donde el diálogo, la negociación, los acuerdos y desacuerdos forman parte esencial de su nueva formación.

Lo que presentamos anteriormente solo fueron algunos puntos importantes que retomamos del articulo "Aprendizaje colaborativo una experiencia desde las aulas universitarias", te recomiendo que lo revises y así también puedes ampliar y comprender mucho mejor este tema tan interesante.  

Te dejamos la referencia para consultar más información.


Referencia: 

González C., Gustavo, & Díaz Matajira, Luis (2005). Aprendizaje colaborativo: una experiencia desde las aulas universitarias. Educación y Educadores,,21-44. ISSN: 0123-1294. Disponible en:   https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=83400804


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